María Miró Arias es Licenciada en Veterinaria, emprendedora, investigadora y docente pero asegura que desde los 5 años soñaba con veterinaria. Y tardó 25 años en conseguirlo. Y no se quedó ahí, estuvo 10 años más compaginando trabajo, familia y estudios de doctorado hasta defender su tesis en 2016. Logros que ha llevado a cabo gracias a las tres palabras que la definen “motivación, constancia y disciplina”.
Con 35 años, en su cabeza solo rondaba la idea de ir al extranjero para continuar formándose como investigadora. Ahora, sin embargo, gestiona la finca familiar en la cual tiene proyectos de divulgación de la cultura del aceite para colegios, turismo y otros colectivos. Se define como una mujer que cree firmemente que la clave para avanzar es la creación de sinergias, con sector público y privado. Combinar innovación y tradición, buscar la excelencia, trabajar duro, pero con una sonrisa.
Una mujer que cuando le preguntan si no va a volver a ejercer de veterinaria responde que un título debe ser una herramienta, no un lastre. La misma que cuando le preguntan que qué quiere ser si agricultora o veterinaria. Responde que quiere ser feliz. Y aunque se rían, no saben que habla completamente en serio. Que es feliz siendo mujer rural y gritando que hay un futuro digno en el campo, pero hay que defenderlo.
