El pasado 27 de noviembre, Rosario Arredondo, ganadera de vacuno de leche, asumió el cargo de presidenta de la Interprofesional del sector lácteo, InLac, siendo la primera mujer en ocupar este puesto. Junto a ella analizamos el papel que ocupa la mujer dentro de este sector, hasta ahora casi invisible a pesar de que la mayoría de las explotaciones ganaderas están gestionadas por mujeres.
¿Qué supone
para Usted ocupar este cargo en un sector tan tradicional?
Como ganadera de vacuno de leche, llevaba más de 12
años participando en la Interprofesional, asistiendo a sus reuniones e
implicándome en todos los proyectos que se venían desarrollando desde su
refundación. Pero consideraba que debía y podía hacer más por este sector, por
esta actividad de la que viven miles de familia. Y por ello decidí dar un paso
hacia delante, y participar de forma activa en la toma de decisiones. Siempre he
sido una mujer proactiva, no solo en temas personales, sino también profesionales,
porque creo que es la mejor forma de defender nuestros intereses. Es cierto que
nunca una mujer había asumido este cargo, y por ello me siento muy orgullosa y
con una gran responsabilidad, porque soy consciente de que supone un gran paso
en materia de igualdad de género.
¿Cree que
desde la Interprofesional se deberían de llevar a cabo políticas en favor de la
igualdad en el sector ganadero y lácteo?
Creo que las mujeres debemos estar en estos órganos
no tanto porque lo marque la Ley de Paridad sino por nuestra capacidad,
profesionalidad y valía, que la tenemos. En este sentido, animo a todas mis compañeras
a dar un paso adelante y hacer visible nuestro trabajo.
Dentro del
sector ganadero, ¿qué presencia tiene la mujer, qué se podría hacer para hacer
más visible a la mujer ganadera?
En el vacuno de leche, diría que en la mayoría de
las explotaciones ganaderías ordeñamos las mujeres, realizamos un trabajo muy
duro, mañana y tarde, pero invisible, porque cuando hay reuniones de
cooperativas o sectoriales, la presencia de la mujer es nula. Pero somos
nosotras mismas en muchas ocasiones las que pensamos que no tenemos que estar
ahí, no nos sentimos cómodas. Y eso es algo que debemos cambiar, no podemos
quedarnos en casa. Tenemos que salir y reivindicar nuestro papel como mujer y
como trabajadora, solo así lograremos ocupar cargos de responsabilidad. Si
nosotras no nos lo proponemos, no lo vamos a conseguir.