Carmen Ortiz: “Cada
día son más las mujeres que apuestan por hacerse un hueco en el sector primario
y la industria de la alimentación”
Hablamos con la
consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía,
Carmen Ortiz, quien hace un repaso por los retos que tiene por delante el
sector agroalimentario para lograr una plena igualdad entre hombres y mujeres,
demandando una mayor visibilidad para éstas.
Como mujer y
consejera, ¿qué retos y motivaciones tiene por delante en la lucha por la
igualdad de oportunidades?
Actualmente el principal desafío de las mujeres es lograr el
reconocimiento que merecen en un sector, hasta hoy, masculinizado. Como
consejera, tengo contacto directo con agricultoras, ganaderas y mujeres
profesionales de la pesca o la agroalimentación, que en numerosas ocasiones me
han trasladado su demanda al respecto. Somos la mitad de la población pero este
porcentaje no se refleja en los órganos de representación del sector primario,
donde les gustaría estar presentes para llevar personalmente sus propuestas a
todas las esferas de estos ámbitos.
Cada día son más las mujeres que apuestan por hacerse un
hueco en el sector primario y la industria de la alimentación pero, en muchas
ocasiones, no ven reconocido su esfuerzo o encuentran dificultades para
desempeñar su labor. Y las andaluzas quieren que esta situación llegue a su
fin, ya que quieren colaborar en igual medida que los hombres en la
construcción de estos sectores tan importantes para la economía andaluza.
Por otro lado, también es vital que las políticas públicas
se diseñen con perspectiva de género. Actualmente, hombres y mujeres no se
encuentran en la misma situación por lo que debemos compensar las desigualdades
para conseguir que el acceso a los recursos sí sea equitativo.
¿Considera que la mujer necesita una mayor visibilidad en el sector?
Sí. Desgraciadamente, es muy común que el esfuerzo de
numerosas mujeres que trabajan desde hace años para mantener el crecimiento
económico de su familia y su entorno pase desapercibido. Un claro ejemplo es la
titularidad de las explotaciones, que no suele recaer en este segmento de la
población a pesar de que se encargan tanto de las labores del campo propiamente
dichas como de aquellas tareas complementarias y tan necesarias para el día a
día.
Por nuestra parte, estamos ultimando el Registro de
Explotaciones Agrarias y Forestales de Andalucía (Reafa), que integrará el de
la Cotitularidad de Andalucía y, por tanto, esperamos que sea una importante
contribución en este sentido. Y participamos activamente en el impulso de esta
titularidad a través de la colaboración de la Junta de Andalucía en un grupo de
trabajo de ámbito nacional que ha puesto en marcha el Ministerio.
Pero, si bien se trata de un paso importante para aflorar el
peso de las mujeres en esta actividad económica, aún es preciso que todos los
agentes sociales, tanto las diferentes administraciones como la propia
ciudadanía, sigamos poniendo en marcha iniciativas que nos ayuden a alcanzar
este objetivo. Debemos acabar con la creencia de que la cotitularidad es un
gasto familiar, ya que se trata de una inversión que permite aflorar la
situación real del campo y garantizar que todas las personas implicadas tengan
reconocidos sus derechos.
¿Cree usted que es un
logro de esta legislatura el haber impulsado el Plan de Igualdad de
Oportunidades entre hombres y mujeres en el ámbito agroalimentario hace unos
meses?
Sí, estoy convencida de ello. Se trata de un logro que, por
un lado, plasma la larga labor de la Junta de Andalucía por la igualdad de las
mujeres y los hombres que trabajan en el campo y el mar de Andalucía; y por
otro, sienta las bases de un nuevo camino para avanzar en esta necesidad
estratégica para construir una sociedad
más justa y cohesionada. Para aprovechar al máximo las oportunidades de futuro
de las áreas rurales y pesqueras es preciso un cambio estructural y de modelo
productivo en el que incide esta planificación aprobada recientemente en
Consejo de Gobierno.
Este Plan de Igualdad, que es el segundo sectorial de
Andalucía, da respuesta a la demanda de las mujeres de una forma ambiciosa
pero, a la vez, realista, apostando por la puesta en marcha de medidas
específicas y por la integración de la perspectiva de género en todas las
políticas de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural.
El plan es, por tanto, el germen de una nueva forma de
trabajo que contemple a toda la sociedad, que garantice los derechos de quienes
se esfuerzan en el campo, el mar y la industria, y que refleje la realidad
diaria de unos sectores en los que mujeres y hombres trabajan codo con codo
para su desarrollo.